Roxana llegó a la entrada del instituto de investigación, donde vio a Conrado revisando las plantas. A su lado, estaba un hombre robusto vestido de traje. Ella no tenía idea de qué estaban hablando, pero podía ver que Conrado estaba molesto con el hombre que intentaba complacerlo. Roxana rara vez había visto así a Conrado, ya que este era un caballero paciente. Se les acercó acelerando sus pasos.
—No lo hice a propósito, doctor Galarza. Estaba en una junta cuando me llamó ayer y pensé…
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