Capítulo 931 La tierna de Ela
Cuando terminaron de poner la casa de campaña, quedaba todavía un rato para el mediodía. Por ello, Roxana llevó a los niños a un lugar cerca para que jugaran. Había preparado muchos juguetes para ellos, en especial para Estela. Ella no sabía qué juguetes le gustaban para salir, así que solo juntó unos cuantos y los guardó. Antes de irse de las tiendas de campaña, cada uno sacó su juguete favorito. Andrés y Bautista eligieron pistolas de agua y una cámara, mientras que Estela eligió un pizarrón para dibujar después de contemplarlo por un rato. Roxana no pudo evitar soltar una risita al ver sus elecciones. Luego de eso, los llevó lejos del lugar del campamento.
Mientras más se alejaban, más flores y plantas veían. Fue gracias a la influencia de Roxana que los niños les pusieron atención especial a las plantas silvestres. Durante el camino, le preguntaban por los nombres y usos de las flores. Incluso utilizaron las cámaras que habían llevado. Como muchas plantas en el mundo tenían usos medicinales, era normal que Roxana estuviera familiarizada con ellas. Por eso, respondió cada una de sus preguntas con paciencia. Sin embargo, Estela estaba más callada que los chicos. En lugar de hacer preguntas, los siguió de cerca y dibujaba en su pizarrón en silencio. Cuando Roxana se percató de su silencio inusual, pensó que Estela se estaba sintiendo incómoda y se detuvo para preguntarle:
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