Roxana regresó exhausta a la mansión. Luciano le ofreció un vaso de agua caliente y luego le sirvió un tazón de sopa de champiñones.
―Querida, lo importante ahora es mantener la calma. Pensaremos juntos en cómo reunir pruebas suficientes. Tal vez Germán nos pueda dar alguna pista. Mañana volveremos a hablar con él para que recuerde todos los detalles que pueda ―dijo Luciano, manteniendo la calma.
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