Capítulo 998 No se presione
Después de recibir las bendiciones de sus hijos, Roxana se dirigió a la cochera, pues, aunque Jael vino por ella, no tenía intención de ser su pasajera y más importante aún, no quería hacer enojar a sus hijos o crear un malentendido. Jael miró que ella sacó el auto de la cochera sin decir una palabra; sonriendo, encendió su auto y guio el camino. Acto seguido, ambos se dirigieron al instituto de investigación, uno tras otro, y cuando llegaron, el personal del Grupo Dorante estaba descargando las hierbas medicinales en la entrada principal. Conrado fue quien les dio la bienvenida y cuando vio que ambos venían en autos separados, su expresión se ensombreció.
―Gracias por su arduo trabajo, doctor Galarza ―agradeció Jael, pues fue el primero en bajarse del auto y caminar hacia la entrada, así que Conrado recobró la compostura y le contestó.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread