Cuando Luciano tomó a Roxana y se dirigió directamente a la guardería para recoger a los niños, estos se alegraron al ver que su padre se había recuperado del resfriado.
―Papá, tengo algo de dinero de bolsillo. Déjame invitarte a cenar, ¿ok? Acabas de ponerte enfermo, así que deberías comer algo rico. ―Estela parpadeó, casi como si se hubiera decidido.
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