Capítulo 750 Una sonrisa amistosa

Luciano se llevó a Estela abajo al poco tiempo y Abril ya estaba sentada en el comedor, la cual sofocó el disgusto en su corazón cuando lo vio y les sonrió para luego apuntar al espacio a un lado suyo. —Ven aquí, Ela. Hay que desayunar juntas. —Pues creía que su amenaza previa haría que la niña la obedeciera, pero solo salió sorprendida cuando fue ignorada descaradamente por ella; Estela sostuvo la orilla de la camisa de su padre y lo siguió hasta el comedor, luego permitió que la levantara para colocarla sobre el asiento a un lado de él. Abril se petrificó cuando vio que ninguno de los dos tenía la más mínima intención de prestarle atención—. No te irás a trabajar hasta después de un rato, ¿cierto, Luciano? —preguntó la mujer pocos segundos después porque se rehusaba a rendirse, a lo que él asintió con indiferencia. La ira de Abril se esfumó un poco cuando vio que por lo menos obtuvo un tipo de respuesta de él, entonces sugirió con una sonrisa—: En ese caso, ¡deja que hoy cuide de ti, Ela! ¡Me aseguraré de que te diviertas como nunca!