Mientras tanto, consciente de que llegaba tarde, Luciano no se dio cuenta de que los niños estaban en el auto mientras entraba al jardín de infantes. En el momento en que ingresó, vio dos figuras junto al tobogán con Estela, quien en ese entonces sujetaba con fuerza los brazos de Roxana.
—¡Señor Fariña, al fin está aquí! —saludó respetuosamente la maestra al verlo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread