Lo único que Estela hacía en un principio era esconderse detrás de Catalina, pero fueron las palabras de Abril que referían a que sería su futura madre que hizo que el aspecto en su rostro cambiara al instante y miró a Abril con tanto repudio antes de salir corriendo arriba por su cuenta; esa misma mujer lucía decaída mientras que observaba cómo se iba la niña, aunque Catalina soltó un suspiro de alivio en silencio cuando vio a Estela huir.
—Los sentimientos de la señorita Estela suelen ser inestables. Espero que la pueda perdonar, señorita Pedrosa. —A lo que Abril mostró brevemente una sonrisa forzada, pero fue entre su momento de frustración que escuchó ruido desde la entrada a la mansión; un segundo después, vio a Luciano entrar de nuevo.
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