Mientras tanto, Roxana tenía la cara pálida, pero Luciano no sabía si era porque no se había recuperado del todo del veneno o porque estaba de mal humor.
Luciano estaba preocupado, así que, tras salir del hotel, la llevó a comer antes de llevarla al hospital para que le hicieran un chequeo completo. Sabiendo que estaba preocupado, Roxana le siguió la corriente.
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