Roxana se sintió bastante ofendida por su repentino contacto corporal, y la sonrisa de su rostro se ensombreció. Bajó los ojos y dio un paso atrás, alejándose lentamente de su mano.
Jael frunció el ceño por un momento al sentir su malestar. Retiró rápidamente la mano y fingió que no había pasado nada.
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