Capítulo 243 Fingir estar dormida

Había transcurrido un buen rato, pero la mirada del hombre seguía clavada en ella; por ello, frunció el entrecejo, irritada. Luego alzó la mano para volver a levantar la manta y cubrirse todo el rostro; intentaba reducir la sensación de opresión que sentía debido a la mirada implacable de Luciano. No obstante, como seguía con los ojos cerrados, ella no logró levantar la manta cuando intentó hacerlo; en su lugar, se cayó. Al sentir que el peso que tenía encima se había deslizado, se quedó paralizada un momento mientras se preguntaba si debía abrir los ojos y recoger la manta. Cuando pensó en su situación de ese momento, temió que el ambiente se volviera aún más incómodo si le hacía saber al hombre que había fingido estar dormida. En cambio, sin la manta, se sentiría aún más incómoda debido a su mirada penetrante, la cual podía sentir sobre ella.