—Termina de comer. La señora Pedrosa te enviará luego a la guardería.
Sin dar a la niña la oportunidad de hacer más preguntas, Luciano retiró su mirada de ella. Aunque Estela estaba desconcertada, no se atrevió a preguntar nada más al ver el ceño fruncido de su padre. En lugar de eso, desayunó obedientemente. Para cuando terminó de desayunar, ya se le hacía tarde. Abril saludó a Luciano antes de recoger a la niña para llevarla al colegio. Luciano frunció el ceño mientras contemplaba las siluetas de la pareja que se alejaba antes de gritar:
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread