Después de ver el auto irse, Roxana llevó a Andrés y Bautista de nuevo a la mansión. Se agachó y los miró con seriedad. Los dos niños también la miraron, ya que sabían que su madre quería hablar con ellos.
—Andrés y Bautista escuchen con atención. No vuelvan a contarle a nadie sobre nuestra familia, en especial el hecho de que no tienen padre. —Roxana sentía que le dolía la cabeza cuando recordaba el incidente de hacía un momento.
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