Jael aceptó sus palabras de gratitud y acto seguido, Roxana se despidió y se preparó para salir del auto; para su sorpresa, se topó a Lisa y a los niños en cuanto abrió la puerta.
―¡Mami! ―exclamaron los niños, que justo habían regresado del jardín de infantes, por lo que estaban emocionados de ver a Roxana; mientras tanto, también notaron que ella no había conducido de regreso a casa.
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