Capítulo 787 No te mentí
Estela fingió asentir con la cabeza, volteando a ver a los chicos, mostrándoles una sonrisa, mientras que, gracias a la apariencia repentina de Luciano, Roxana se sentía menos culpable con los niños; sin embargo, se sentía estresada al mismo tiempo. Por fin, la comida terminó y Roxana creyó que Luciano llevaría a Estela a casa; no obstante, para su sorpresa, la niña se rehusó a irse, por lo que no tuvo más opción que dejar que se quedara y jugar con ella por un rato antes de despedirlos. Ese día, Estela se sintió en extremo feliz, ya que, no solo tuvo la oportunidad de jugar en casa de Roxana, sino que también se enteró de que Abril se había ido. Estela sonrió de oreja a oreja durante su trayecto de regreso a la mansión; Luciano, por el otro lado, se sintió conflictuado al observar por el retrovisor lo feliz que Estela era.
―Papi, Bautista dice que tú y la señorita Jerez estaban en la sala anoche. ¿Es verdad? ―preguntó Estela, luego de haber resguardado el pensamiento en su mente todo el día. Luciano se congeló ante la pregunta de Estela, pues lo que fuera que haya pasado esa noche fue a causa de sus impulsos y ahora que reflexionaba en ello, creyó que Roxana se sorprendió con sus acciones; sin embargo, ya era demasiado tarde para arrepentirse. La verdad era que, Luciano también había pretendido estar calmado frente a ella y ahora que Estela lo cuestionaba al respecto, sintió una ola inexplicable de emociones formándose en su corazón; sin esperar una respuesta de Luciano, Estela lo presionó aún más con dulzura―. Papi, ¿de qué estabas hablando con la señorita Jerez tan tarde en la noche? ¿La hiciste enojar de nuevo? ―cuestionó, mientras que Luciano sentía que su cabeza le dolía al escuchar esas palabras; incluso, logró imaginar qué lado tomaría Estela si se enteraba de la realidad de su relación con Roxana.
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