Hubo varios momentos en los que Roxana quiso hablar, pero decidió guardar silencio después de recordar lo que dijo Sonia. El hecho de que Luciano también estuviera en el lugar no ayudó. Por otro lado, Andrés y Bautista estaban increíblemente ansiosos.
—¡Basta, señora Fariña! Ela está llorando! —exclamó Bautista, que estaba a punto de echarse a llorar él también.
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