A petición de Roxana, Luciano invitó a Erika a comer a un restaurante de lujo. Cuando ambos llegaron, esta última llegó por casualidad al mismo tiempo.
Roxana no se arregló mucho, simplemente se aplicó algunos productos para el cuidado de la piel. Por el contrario, Erika iba exquisitamente maquillada, dando una sensación de elegancia y clase. Sin embargo, se dio cuenta a primera vista de que Roxana era una belleza natural, impresionante incluso sin maquillaje.
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