Frida y Óscar siguieron a Roxana y compañía por un rato. Al verlos entrar a la sala de conciertos, se enfureció tanto que les tomó fotos y se las envió a Abril, quien echaba humo al verlas.
Cuando Abril recibió unas cuantas fotos más de ellos entrando al auditorio de la ciudad con los tres niños, su cabeza zumbaba como si fuera a estallar. Sabía que habría un concierto en el auditorio ese día porque les pidió a personas que la ayudaran a conseguir dos boletos, los cuales se suponían que eran para ella y Luciano.
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