Roxana no les había comprado ropa nueva a los niños desde que volvieron al país. En sí, la ropa que tenían se la había regalado Magalí. Luciano tenía menos experiencia comprando ropa para niños. Al ver el montón de tiendas en la sección de ropa para niños y sentirse abrumado, dejó que los pequeños escogieran lo que quisieran.
—¡Señorita Jerez! —Estela de pronto tiró de la manga de Roxana, quien siguió su mirada y miró una tienda con montón de adornos sencillos, confundida. Muchas de las prendas eran conjuntos para adultos y niños, es decir, había en venta atuendos que combinaban.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread