Capítulo 254 Compartir una habitación con otros
Luciano acababa de sentarse con Estela cuando la sintió retorcerse en sus brazos, entonces frunció el ceño perplejo. Mientras tanto, su hija miraba fijo a Roxana. «Hace mucho tiempo que la señorita Jerez no me alza; yo también quiero que me lleve en brazos. Además, no es cómodo que papá me lleve así». Roxana había planeado ignorar a Luciano y Estela, pero con la niña mirándola tan fijo, no tuvo más remedio que girar la cabeza y mirarla.
—Señorita Jerez. —Estela extendió los brazos hacia ella deseando que la alzara.
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