Capítulo 148 Quiero compensarla
Tras sentirse mal por haber hecho entristecer a los niños, Luciano no apareció durante los días siguientes. No obstante, de vez en cuando, enviaba un mensaje para ver cómo estaba Estela. En cuanto a Roxana, estuvo más atenta después de lo sucedido y se sintió aliviada de que no pasara por allí. Cuando vio que no le preguntaba nada de los niños en los mensajes, le contestó de manera apropiada. Por los frecuentes mensajes que le enviaba, pudo comprobar lo mucho que le importaba la niña.
«Si se preocupa tanto por ella, ¿por qué no ha aparecido? ¿No le preocupa dejarla conmigo, así como si nada? Realmente desconozco lo que pasa por su mente». Por suerte, Estela era adorable, no solo tenía unos rasgos preciosos, sino que también era muy obediente. Cada vez que la niña se acercaba, Roxana se acordaba de la hija que había perdido. «Si crecía sana y salva, tendría la edad de Estela». Ante ese pensamiento, la trataba como si fuera de la familia. En el fondo, sentía que ser amable con ella era su forma de compensar a la hija que había perdido.
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