Sonia y los padres de Jonatan estaban con Alfredo. Después de que se enteró de que lo habían llamado sin motivo aparente, Luciano estaba por irse cuando vio a Roxana y Leandro aparecer en una sola fila.
—Si no necesita nada más, señor Quevedo, me gustaría regresar, ya que los niños me están esperando. —Roxana se despidió con cortesía.
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