―Sinceramente, me siento un poco mal por haber engañado a alguien tan ingenua como la señorita Jerez...
Jael iba por la mitad de la frase cuando Luciano corrió hacia él y le dio un fuerte puñetazo en el estómago. El rostro del primero palideció al instante mientras gemía de dolor y se doblaba sobre sí mismo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread