«¿Qué? ¿Tengo que ir a trabajar mañana temprano?», pensó Magalí, quien se quedó sin palabras al escuchar aquello; no fue hasta que ella se dio cuenta de que Andrés y Bautista le estaban guiñando el ojo que ella entendió lo que estaban haciendo.
―Por mucho que me encantaría quedarme y cuidar a Roxana, la carga de trabajo ha estado de locos estos últimos días. ¿Puede quedarse y cuidarla por mí, señor Fariña? Si no, no tendré más opción que pedir libre el día de mañana ―contestó con un suspiro.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread