Estela se quedó en los brazos de Roxana por un rato. Cuando por fin despertó por completo, se separó de Roxana y levantó la mirada. Al darse cuenta de que Roxana lucía pálida, Estela frunció el ceño y dijo:
—¿Se siente mal, señorita Jerez? No se ve muy bien.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread