En un abrir y cerrar de ojos, el tiempo se volvió frío. A pesar de que la Navidad ya había pasado, muchos seguían sumergidos en el ambiente cálido de las festividades tradicionales, incapaces de retomar por completo sus labores.
La boda de Jonás y Magalí estaba programada para poco después de las celebraciones navideñas. Mientras Andrés y Bautista preparaban un regalo para su madrina, Estela se dedicaba a diseñar el vestido de novia.
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