Durante el almuerzo, Luciano se esforzó por demostrar su valía. No paraba de colmar a Roxana de obscenidades, lo que hacía que ella disfrutara de la atención y, al mismo tiempo, se sintiera avergonzada.
Cuando terminaron de comer, la camarera les trajo unos postres.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread