Mientras tanto, Ofelia salía de la guardería con expresión sombría.
«¡Menos mal que me ocupé del asunto lo bastante rápido! ¿Quién iba a pensar que el señor Bernal iniciaría una investigación nada más regresar? ¡Caramba! Casi arruino mi tapadera. Por otra parte, esto debe significar que la herida de ese pequeño bastardo era bastante mala...»
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