A propósito de Estela, Roxana no pudo evitar sentirse un tanto acongojada. LA sonrisa en su rostro se tornó algo forzada. Estela era infeliz por su culpa y lo único que podía hacer era usar a los chicos para que la consolaran en su favor.
Al ver la expresión en el rostro de su madre, sus ojos se ensombrecieron y el remordimiento se notaba claro en sus rostros.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread