Roxana escuchó lo que dijo Catalina a través del teléfono y supo que Estela no se sentía bien, por lo que se preocupó. Después de escuchar lo que dijo Luciano, hizo una vuelta en U, se dirigió a toda velocidad a la residencia Fariña y veinte minutos después llegaron al lugar. Al recordar el estado de Estela, Roxana miró al hombre con vacilación.
—Cuide bien a Ela. Si necesita ayuda, solo avíseme.
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