—Ya la señorita Pedrosa está aquí y han plantado el árbol de Ela, creo que debería llevársela y volver con la señorita Pedrosa, señor Fariña —interrumpió Roxana de forma apática, ya que no quería atraer atención.
Tras escucharla, Abril se puso de pie y le echó un vistazo a Luciano mientras sonreía; el motivo por el que había ido era para evitar que él y Roxana pasaran más tiempo juntos y ya que había sugerido la idea, Abril no podía estar más contenta.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread