Una vez que el pastel estuvo terminado, los niños se apresuraron a ponerle la crema. Cada niño tenía su propia idea, así que Roxana partió el pastel en tres pedazos para que cada uno lo decorara a su gusto. Los niños se tomaron la tarea muy enserio y lo hacían todo con sumo cuidado. Roxana miraba la hora cada cierto tiempo, pues ya casi era hora de que se reunirá con Jael, pero los niños aún no terminaban de decorar. Sin embargo, no se atrevió a apurarlos debido al momento incómodo de hace unos momentos.
—¡Terminé! —dijo Estela primero.
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