Héctor se sorprendió y desvió la mirada cuando vio a Roxana. Al percatarse de su actitud, ella se acercó a él de forma proactiva, tomó el relevo de Aldo en el soporte de la vía y observó que el goteo intravenoso estaba casi terminado.
―¿Y tú eres? ―A Aldo le pilló desprevenido.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread