Al pensar en ello, la furia de Mia cobró vida. Se acercó a Herman con sus tacones y le abofeteó la cara con fuerza. Al momento siguiente, su voz aguda sonó:
—Herman Clear, prometiste que no dejarías que Megan lo supiera una vez que pagara tu deuda de juego. ¿Cómo pudiste mentirme?
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