—¡Hannah! ¡Soy tu padre! ¡Te he estado buscando por todas partes! Gracias a la gracia del señor que me ha llevado hasta ti... —dijo el hombre de mediana edad. Hizo un gesto para secarse las lágrimas mientras hablaba, pero sus ojos estuvieron secos todo el tiempo.
La mirada de Fabian se volvió fría mientras lo miraba con desdén. «Oh, Leo Blackwood, sí que sabes cómo actuar, ¿eh? Incluso hiciste algo tan vil como abandonar a un bebé. No me extraña que la gente te describa como un viejo zorro», pensó.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread