—Me pregunto si tu madre reaccionó igual cuando se enteró de que estaba embarazada de ti... —dijo Joan con una risita juguetona. Ella y Nancy se sentían tan cómodas la una con la otra que no tenían problema en bromear de esa manera.
—¡Oh, cállate! Mira, ven a verme mañana, ¿sí? No entiendo, ¿por qué has vuelto a ese pueblo? ¿Qué tiene de bueno ese lugar? La vida es mucho más cómoda aquí en la ciudad —refunfuñó Nancy. Si no hubiera sido porque Jory se interpuso, ¡habría impedido que Joan volviera al pueblo en cuanto lo descubría!
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread