—Megan está cooperando con nosotros para limpiar el nombre de Jonas. —Después de media hora, esta fue la conclusión a la que llegaron. Luna accedió a la demanda de la asistente de Jonas y los despidió.
Cuando cerró la puerta y volvió a mirar a Megan, su rostro se oscureció hasta alcanzar un rojo intenso mientras su ira se extendía por toda la habitación. Megan sabía que le tocaba, pero no le importaba. Para empezar, Luna nunca fue amable con ella.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread