Benedict decidió que se limitaría a revelar la verdad y, al hacerlo, sofocar la intención del jefe de policía de congraciarse con él.
—Ah, por favor, agradezca a su jefe en mi nombre, pero en realidad fueron las travesuras de un niño las que provocaron el malentendido de un caso de secuestro. Me disculpo por las molestias causadas.
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