—Vivian, no está aquí. Este no es Larry —dijo Finnick mientras señalaba la nada. Sin embargo, Vivian hizo caso omiso de sus palabras y lo apartó de un empujón.
—Finnick, eres su padre. ¿Cómo has podido decir eso? Mira, ¡nuestra calabacita está delante de nosotros! —exigió mientras señalaba la figura que veía.
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