Capítulo 474 Conversaciones sin importancia

Vivian se armó de valor mientras se tocaba el abdomen. El bebé que crecía en su interior era lo único que podía mantenerla en pie. Estaba decidida a hacer todo lo posible para protegerlo de cualquier daño. Aunque no quería ver a Finnick en este momento, Vivian no tenía más remedio que volver al hogar que una vez fue una fuente de calor y consuelo para ella. Cuando entró en la villa, vio que Finnick ya había salido del trabajo. Estaba en el sofá de la sala de estar con una mirada vacía, perdido en sus pensamientos. Lo encontró peculiar, ya que habiendo vivido juntos durante tanto tiempo, rara vez se le veía falto de vigor. Sin embargo, ella no estaba de humor para especular sobre lo que podría estar en su mente. Finnick se despertó cuando un movimiento en la puerta llamó su atención. Se giró en su dirección y vio a Vivian allí. Se puso en pie de un salto y miró a Vivian, inseguro de sí mismo. Después de que Vivian se marchara, Finnick había recuperado poco a poco la compostura. Lamentó el tono con el que le había hablado antes. Demasiado cohibido como para tomar la iniciativa de llamarla, volvió a entrar temprano. No esperaba que ella volviera tan tarde. Cuando Vivian pasó junto a él y se dirigió al dormitorio de arriba, él la alcanzó.