Los periodistas plantearon algunas preguntas punzantes, pero Carl estaba preparado. Mientras jugara la carta de víctima al anunciar la «verdad», todo lo demás se desarrollaría con naturalidad.
—Antes de que Joan y Larry, el presidente de La Corporación Norton, se comprometieran, ¡yo era su único y verdadero amor! ¡Todo es culpa de Larry! Él fue quien nos obligó a romper. También me amenazó con que si vuelvo a buscar a Joan, ¡hará lo que sea para causar la devastación de mi familia y la mía!
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