Megan sonrió avergonzada y trató de apaciguarlo diciendo con coquetería:
—¡Ah! Son dos cosas diferentes. Para mí también es un reto ser la persona intermedia entre tú y él. Él acaba de ser impetuoso, así que en realidad estaba tratando de hablar por él para que no te enfurezca más. Vamos, sólo sé un bueno chico y no te lo tomes en serio.
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