A Della le pareció que Abelyn era un objetivo fácil de manipular. Manteniendo un frente frío, estaba celebrando en secreto su victoria de manipular con éxito a Abelyn. Abelyn bajó la cabeza y se quedó pensativa. Cuando volvió a levantar la cabeza, un destello de resentimiento cruzó sus ojos.
«Joan, ya que eres tan despiadada, ¡no me culpes por devolverte el favor!»
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