«¡En verdad no necesito las bendiciones de nadie porque la presencia de Fabian es la única bendición que necesito en la vida! No importa lo que nos espere, ¡me esforzaré por superar los desafíos! Espero que el hombre que tengo en mente sea tan decidido como yo».
Cuando se perdió en sus pensamientos, pudo sentir una fuerte brisa cuando alguien abrió la puerta a la fuerza e irrumpió en la sala.
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