Evelyn sonrió a Benedict.
—Mis padrinos me tratan muy bien. Canalizaron la atención por su hija fallecida en mí y me colmaron de gran amor. No te preocupes, Ben. Estoy bien —se lo aseguró y luego continuó—: Hace unos meses, cuando viajaba con mis amigos, me tropecé y me caí. Me golpeé la cabeza con un trozo de roca grande y me desmayé. Cuando me desperté, pude recordar mi identidad y mis recuerdos pasados volvieron a mí. Vine a buscarte sin pensarlo.
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