Finnick eligió a propósito los alimentos que favorecían la curación de Vivian tras la operación. En efecto, tenía hambre. Mirando la comida que tenía en la mano, asintió en respuesta y trató de incorporarse. Finnick se adelantó de inmediato para apoyarla. Cuando Vivian se incorporó, acercó la mesa de la cama hacia ella y le sirvió la comida. Luego, le dio un tenedor.
—¿Has comido? —Vivian sabía que Finnick no había comido bien, ya que había estado ocupado cuidando de ella.
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