Casi había olvidado que antes le había pedido a Benedict que le comprara un coche. Nunca pensó que él aún lo recordaría. Vivian abandonó su propio coche, que aún parecía nuevo, y condujo el regalado por Benedict. Mientras tanto, Paris se sintió bastante aliviada al ver a Vivian conduciendo ese coche. Casi se había olvidado del coche. Por fortuna, Vivian aún lo recordaba.
—Sube. —Sentada detrás de las ruedas, Vivian había vuelto a la calma. Su expresión impasible le recordó a Paris la época en que la conoció. En ese momento, Paris fue muy cautelosa por si podía ofender por accidente a Vivian.
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