«¿Qué demonios? ¿Tú? ¿Terrible para guardar secretos? ¡Esto es una amenaza!» La furia ardía dentro de Hannah. Al ver la sonrisa diabólica de su esposo, sintió que necesitaba una buena paliza. Por desgracia, ella no sería capaz de ganarle. Y cada vez que ocurría algo similar, ella se consolaba y pensaba algo parecido a: «Jum, te dejaré ir esta vez». Claro, él siempre volvía a hacer lo mismo.
En realidad no había nada que ella pudiera hacer ante la amenaza de Fabian. Si de verdad se lo contaba a su madre, y las cosas se descontrolaban, sería la que tendría que pagar el precio. Sin embargo, sentía verdadera curiosidad. ¿Qué le dijo a su madre para que cambiara tan su postura?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread