Frunciendo el ceño, Larry hojeó los documentos en silencio y se sumió en una profunda reflexión. Algo sobre ese escurridizo accionista de la Corporación Norton le inquietaba. Como nadie conocía su paradero, era casi imposible adquirir sus acciones. Aparte de eso, Larry podía prever que Dustin lo cegaría. No podía bajar la guardia ante un enemigo tan astuto y manipulador.
—Caspian, nuestras opciones son limitadas si no encontramos a ese accionista.
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