Había pasado un tiempo desde que el divorcio finalizó, pero Gabriella nunca regresó a la casa de la familia Johnson ni le pidió a Carl que la aceptara de nuevo. Eso hizo que enviara a sus hombres a buscarla. Por desgracia, ella no aparecía por ninguna parte. Era como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra, sin dejar rastro.
Carl se preocupó aún más cuando supo que Gabriella estaba embarazada de él. Rezaba para que volviera pronto, pero incluso algo tan insignificante como eso se había convertido en una fantasía. Se volvió más irracional después de que ella se fuera. Se encerraba en la casa todo el día y nadie sabía lo que hacía.
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